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martes, 7 de septiembre de 2010

caleta

La cocaina

Sebastián Marroquín Santos abre un diminuto clóset incrustado en la pared de su estudio. Sin más preámbulos me dice: "Aquí está todo". Desde el piso hasta el techo hay una pila de cajas y sobres de manila con fotografías familiares de todas las épocas con su papá: fotos en las que aparecen vigilantes y empleados montados en el lomo de los rinocerontes de la hacienda Nápoles, fotos de la primera comunión y de los diferentes cumpleaños de él y de su hermana Manuela -hoy Juana Marroquín Santos- en las que hay un fondo de cientos de personas con una copa en la mano, fotos en la que su papá le regala su primera moto cuando tenía doce años, fotos en las que aparecen políticos al lado de su mamá. Fotos de estudio donde su mamá posa con ropa de diseñador al lado de sus hijos y con un fondo de paredes blancas donde se vislumbran cuadros de Botero, Darío Morales y Dalí.




Hay -incluso- varias cajas de fotos en las que toda la familia trata de sonreír a pesar de estar encerrados y aterrados en una caleta después de la fuga de Escobar de la cárcel de la Catedral. En ese clóset, de 1 x 2 metros, se encuentra la memoria familiar del capo más grande de la historia de Colombia.



-Sufrimos mucho para recuperarlas -me dice Sebastián-. Mi papá tenía en cada caleta uno o más álbumes. Siempre quería estar con nosotros. Y siempre justificaba sus barbaridades diciendo que era por nosotros.



En las fotos siempre aparecen los cuatro, Victoria Eugenia Henao, hoy Isabel Santos, Pablo y sus dos hijos. El resto del mundo -su mundo- está de fondo. Además de ese museo portátil apilado en cajas, el apartamento de Sebastián y su esposa María Ángeles Sarmiento, la misma mujer con la que está desde hace veinte años, tiene varios portarretratos que se empeñan en mantener viva la presencia de Escobar. En las paredes de sus 50 metros cuadrados hay fotos de toda la familia y de Sebastián sentado en las piernas de su papá y un retrato amarillento del capo cuando hacía la primera comunión que -como una sombra permanente- cuelga de un nylon en el cuarto principal al lado de su mesa de noche .



Origen

Se extrae de la planta de la coca rkmn (quechua:kuka), una especie de singular importancia cuyas plantas son cultivadas en América del Sur (Colombia, Perú, Bolivia, norte de Argentina), así como en la isla de Java y en la India. Las hojas de la coca se mastican como estimulante para resistir diferentes inclemencias, tales como el apunamiento o soroche, también llamado mal de las alturas. Dichas hojas poseen 14 alcaloides naturales dentro de los cuales cabe distinguir la blobulina, es un cardiotónico que regula la carencia de oxígeno en el ambiente, mejorando la circulación sanguínea y, como se indicó antes, evitando así el mal de las alturas. Sin embargo, el alcaloide más conocido es la cocaína, el cual, consumido a través de masticar la coca, tiene propiedades anestésicas y analgésicas.



[editar] Usos y formas en que se encuentra

La cocaína es un estimulante que funciona mediante la modulación de la dopamina, un neurotransmisor que se encuentra en ciertas zonas y neuronas del cerebro. Ha sido llamada la droga de los años ochenta y noventa por su gran popularidad y uso durante esas décadas. Sin embargo, la cocaína no es una droga nueva. En realidad, existe desde hace más de 100 años, mientras que las hojas de la coca se han usado durante miles de años y no como un potente estimulante recreativo, sino como hierba medicinal y para la elaboración de infusiones.





Cocaína en polvo.A mediados del siglo XIX, se extrajo por primera vez la cocaína pura de la hoja de la planta Erythroxylon, que crece principalmente en Perú y Bolivia. A principios del siglo XX, la cocaína se convirtió en el ingrediente principal en la mayoría de los tónicos y elíxires que se crearon para tratar numerosas enfermedades, incluyendo el Vin Mariani. En la actualidad es una droga clasificada bajo la Lista I[4] en Estados Unidos ("Schedule I") junto con otras sustancias como el LSD. Su status ilegal impide su uso en humanos bajo cualquier circunstancia, aunque tenga usos médicos y en otros países como Reino Unido se use por ejemplo como anestesia local en ciertos tipos de cirugías de los ojos, oídos y garganta. Su efecto estimulante es muy inferior en potencia y duración al de la anfetamina, aunque esta última sí tenga un estatus legal en Estados Unidos.